El uso del celular o de cualquier otro dispositivo electrónico similar causa distracción y tensión a la hora de manejar.
La telefonía móvil, que constituye una herramienta muy útil en la comunicación actual, resulta un grave peligro para todos los actores del sistema de tránsito: conductores, pasajeros y peatones.
La cantidad de accidentes causados por hablar por teléfono mientras se maneja ha crecido de forma notable en el último tiempo. Según diferentes estudios, el uso del celular es un factor que aumenta entre 5 y 10 veces el riesgo de sufrir un siniestro.
La concentración, el tiempo de reacción y la capacidad para mantener la distancia de seguridad se pierden mientras hablamos por teléfono.
Para más datos, tras un minuto y medio de conversación por celular, bien sea directamente o con la ayuda del manos libres, el conductor deja de percibir el cuarenta por ciento de las señales y su velocidad media baja en un 12 por ciento. Esta forma de manejar repercute en el tráfico en la calle y puede ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.
Cuando se utiliza el manos libres, la desconcentración del manejo se produce de igual modo, siendo muy difícil la anticipación de riesgos potenciales.
Hay que ser conscientes y saber que una llamada de un minuto a velocidad media en autovía supone pasar alrededor de dos kilómetros sin prestar atención a la ruta.
Una de las soluciones puede estar en detenerse en un lugar seguro, postergar la conversación o, de ser posible, derivar la llamada al acompañante.
Es importante controlar la ansiedad tan generalizada en nuestros días por responder a toda clase de mensajes en el instante en que llegan, especialmente si nuestra obligación es ir concentrados en lo que pasa en el camino.
Con la cabeza puesta en el camino
La utilización del celular está prohibida por la Ley Nacional de Tránsito 24.449 en cualquiera de sus formas en Argentina.
La ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, establece que se le aplicará una multa de entre 200 y 1.000 unidades fijas (equivalentes al valor de un litro de nafta), a quienes conduzcan su vehículo manejando teléfonos o utilizando auriculares conectados a reproductores de sonido. A la vez, se le descontarán cinco puntos de su licencia de conducir.
Los avances tecnológicos ayudan a mejorar la seguridad activa y pasiva de los vehículos con los nuevos sistemas descubiertos. Pero bien es cierto que, más allá de estos dispositivos, las medidas de precaución y prevención han de ser cumplidas y el conductor no debe someterse a ninguna clase de estímulos que puedan distraerlo del camino.
No busquemos excusas. El celular puede esperar. Lo más importante es llegar con tranquilidad a destino, sin sumar más tensión por supuestas “urgencias” ni comprometer la seguridad de los demás. Una vez que hayamos estacionado, podremos resolver todos los temas laborales y personales pendientes. ¡Disfrutá de tu moto!
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